top of page
Modern Architecture

CORRUPCIÓN Y CORONAVIRUS – ENDEMIA Y PANDEMIA (PARTE 2)

CORRUPCIÓN Y CORONAVIRUS – ENDEMIA Y PANDEMIA (PARTE 2)

Palabras y Frases Clave: Corrupción – Coronavirus – Emergencia Sanitaria – Estado de Alarma – Régimen de Excepción – Polarización Política – Crispación Social – Endemia – Epidemia – Fallos de Mercado – Fallos de Estado – Gobernabilidad – Compliance Administrativo – Derecho Procesal – Analisis Económico del Derecho y Las Políticas Públicas – Gestión Sanitaria – Latinoamérica – Estados Unidos – Europa – Índice de Percepción de la Corrupción.

Durante una crisis como la del COVID-19, en la cual los países deben recurrir a medidas extraordinarias, muchas veces incluyendo suspensión de libertades y garantías constitucionales para ayudar a prevenir la propagación del virus, las decisiones rápidas y la asignación eficiente de recursos a menudo pueden marcar la diferencia entre un aumento o una remisión de casos mortales debido al coronavirus. Lamentablemente, incluso durante una crisis mundial sin precedentes como la que vivimos actualmente, hay quienes explotarían una emergencia de salud pública para sus propios intereses espúreos: sean de carácter tanto económico como político.



Hoy mas que nunca el combate a la corrupción puede salvar vidas. (Cortesía del repositorio de imágenes de Transparencia Intl.)


I. LA IMPORTANCIA EN TRANSPARENCIA DE DATOS SOBRE PRUEBAS CLÍNICAS

El desarrollo de medicamentos y vacunas para el COVID-19 es crítico, así como la publicación de los resultados de las pruebas clínicas para demostrar lo que es efectivo - e igualmente importante - y lo que no lo es. Sólo así quienes investigan podrán aprender de los estudios existentes, recortar las curvas de aprendizaje y no perder tiempo persiguiendo líneas de investigación que no obtienen resultados. De allí la importancia de test masivos en el menor tiempo posible, para la necesaria reconfiguración estadística de contagios y prevalencia en población asintomática, medidas necesarias para la puesta en marcha de políticas públicas de prevención y mitigación ágiles y eficientes.

Sin embargo, las tasas de publicación de resultados de estudios clínicos están siendo notoriamente bajas, en particular para los financiados con fondos públicos de investigación, incluyendo los de la Unión Europea y España, de manera particular. Aunque las pruebas clínicas financiadas por fondos privados tienen mayor porcentaje de publicación, muchos informes incluyen grandes cantidades de texto oculto para proteger información comercialmente sensible sobre todo de cara a la obtención de patentes de investigación y comercialización futura de la potencial vacuna.

Un informe de 2009 del Instituto de Medicina de Estados Unidos (IOM por sus siglas en inglés) identificó varios casos de conflicto de interés financiero en investigación, educación y prácticas médicas, todos ellos debidos a la influencia de entidades privadas. Otros estudios privados resaltan que la información puede ser manipulada para producir resultados positivos en las pruebas clínicas. Este poder de la industria farmacéutica privada sobre la salud pública socava la transparencia en las investigaciones y pone en riesgo la salud de un sinnúmero de individuos, familias y comunidades.

El desarrollo de medicamentos y una vacuna contra el coronavirus debería ser, para que fuese lo más eficiente posible en términos de protección de vidas humanas, un esfuerzo transparente y colaborativo, no una competencia secreta entre empresas privadas, o incluso entre gobiernos. Hace no muchos días de hecho, varios medios de comunicación informaron sobre una lucha de poder entre Estados Unidos y Alemania para el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus; hechos como este inspiran poca confianza e incertidumbre en el liderazgo de la clase política y suponen un mal ejemplo para el resto del mundo sobre cómo actuar en tiempos de crisis, con el consecuente y colateral descrédito institucional, dañando los mismos sistemas democráticos de gobierno.

II. LECCIONES DE LA GRIPE PORCINA

De acuerdo con el British Medical Journal (BMJ), el brote de gripe porcina en el período 2009-2010 resultó en un gasto mundial de aproximadamente 18 mil millones de dólares para surtirse de Tamiflu, el tratamiento prescrito para la epidemia.

Sin embargo, tras una revisión científica de las pruebas clínicas durante cuatro años de esfuerzos prolongados para obtener información de la farmacéutica fabricante, Roche, basada en Suiza, los científicos encontraron que el Tamiflu no era mejor que el paracetamol en el tratamiento de la gripe porcina, para consternación de la opinión especializada y pasando prácticamente desapercibido este escándalo en la opinión pública.

Tabla de países con mayor número de contagios en relación a su población. Fuentes: Johns Hopkins University, Banco Mundial, Statista.



III. PREVENCIÓN DE DESINFORMACIÓN DELIBERADA Y PROTECCIÓN A WHISTLEBLOWERS.

En medio de esta creciente emergencia sanitaria mundial, existen serias preocupaciones por la propagación de bulos, fake news, información sesgada o equivocada y la amenaza real que eso supone para profesionales de la salud que necesitan comunicar datos verificables sobre el COVID-19. En Wuhan, China, el epicentro de la pandemia, el médico e informante, Li Wenliang, trató de lanzar una alerta temprana sobre la gravedad de la pandemia, pero fue silenciado por funcionarios del régimen del Partido Comunista Chino. Semanas después falleció a causa del coronavirus, supuestamente.

En Estados Unidos, hay un intercambio de mensajes políticos que van y vienen entre el vicepresidente Mike Pence, a cargo de la respuesta del gobierno al COVID-19, y los más reconocidos expertos en salud, incluidos profesionales reconocidos como el director del Instituto Nacional de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas (NIAID por sus siglas en inglés). Este tipo de mensajes concurrentes o contradictorios pueden producir en desconfianza de la ciudadanía hacia sus gobernantes, y fomentar la difusión de noticias falsas, un fenómeno que la Organización Mundial de la Salud ha etiquetado como “infodemia” (infodemics) con la consecuente merma en la confianza institucional y el socavamiento de las libertades democráticas. Es crucial que los gobiernos actúen de forma abierta y transparente con el fin de construir y mantener la confianza de los ciudadanos, para de esa forma galvanizar la opinión pública ciudadana de mensajes tendenciosos y populistas que puedan y quieran beneficiarse de la situación.

IV. LOS SIEMPRE PRESENTES RIESGOS DE SOBORNO

A medida que los hospitales luchan para hacer frente al COVID-19 y enfrentan una escasez creciente de personal, camas, ventiladores y otros equipos sanitarios, los riesgos de soborno se incrementan. Médicos, sanitarios y el conjunto de servicios médicos se enfrentan a decisiones muy difíciles sobre qué pacientes tratar en función de quién necesita más atención. Si ya de por sí tener que recurrir a la técnica del triage se antoja tremendamente polémica, se crea también –y para más inri- un ambiente propicio al soborno y al tráfico de influencias.

En 2019, el Barómetro Global de la Corrupción para África y el Medio Oriente y el Norte de África, encontró que las tasas de soborno en hospitales y centros de salud son del 14% en cada región. En América Latina y el Caribe, el porcentaje reportado es de 10%. En los países pobres, los pacientes que estén dispuestos y puedan pagar un soborno para recibir atención médica lo antes posible, podrían relegar a los más vulnerables e incapaces de pagar al final de la lista de espera.

V. LAS AMARGAS LECCIONES DE LA EPIDEMIA DEL ÉBOLA

El brote, la dispersión y la contención del virus del Ébola de 2014 a 2016 proporcionan lecciones importantes sobre la corrupción en tiempos de crisis. La Cruz Roja Internacional estimó el coste de la corrupción del brote en Guinea y Sierra Leona en más de 6 millones de dólares. Los informes muestran que la epidemia de Ébola dio lugar al desvío y malversación de fondos, información falsa de los salarios, los pagos por suministros duplicados, así como el soborno de profesionales de la salud, a cambio de recibir atención médica y a personal de seguridad y custodia para poder escapar de las zonas en cuarentena.

VI. LECCIONES DEL SARS DESDE EL LEJANO ORIENTE (QUE HAN SERVIDO EN 2020)

Como resultado de la epidemia de SARS en 2003, tanto Corea del Sur como Taiwán establecieron centros de mando y monitoreo nacionales para ayudar a coordinar y hacer frente a futuras emergencias en materia sanitaria. Mediante el mejoramiento y perfeccionamiento de protocolos sanitarios, técnicas de trazabilidad y Geolocalización, fortalecimiento de la transparencia, el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, la masificación de los smartphones y el desarrollo de un plan de prevención robusta, ambos países se encontraban mucho mejor preparados para responder a las pandemias de gran escala, como el coronavirus, lo que se ha visto reflejado en el relativamente escaso margen de propagación de la enfermedad en tanto en Corea del Sur como en Taiwán, pero también en Japón, Singapur y resto de China (con excepción de la provincia de Hubei) con notable éxito.

Tras los brotes de Ébola tanto en África Occidental y el SARS en Asia, la infraestructura de atención de la salud ha mejorado gracias a un mayor escrutinio y mayores recursos dedicados al fortalecimiento de los sistemas de salud…Excepto en Europa y las Américas.



Infografía cortesía de Transparencia Intl.


VII. FORMAS DE AVANZAR HAIA UNA CULTURA INSTITUCIONAL PARTICIPATIVA

A medida que la pandemia del COVID-19 continúa extendiéndose, es importante tener discusiones abiertas libres de sesgos ideológicos sobre nuestros sistemas de atención sanitaria y alerta temprana y las vulnerabilidades que los hacen más susceptibles a la corrupción.

Una nueva cultura institucional participativa y centrada en el ciudadano exige a los gobiernos actuar con mayores índices de compliance administrativo, debida diligencia y rendición de cuentas para mejorar la adquisición de medicamentos y vacunas, fomentar las contrataciones públicas abiertas y transparentes, evitar el aumento ilegal de los precios de medicamentos esenciales y suministros médicos, y compartir información sobre la escasez en la oferta de medicamentos de manera oportuna.

Además, los gobiernos deben mejorar la transparencia de los datos de las pruebas clínicas para que los científicos de todo el mundo puedan construir sobre los avances ya realizados, dada las altas economías de escala naturales en el campo de la investigación médica, para que de esa forma nuevas investigaciones no inicien necesariamente desde cero, sino desde commodities académicas libres de copyright.

Igualmente importante es que los Estados hagan más para prevenir la propagación de información falsa y proteger a los whistleblowers en sus esfuerzos por salvar vidas y reducir el riesgo de soborno en hospitales y centros de salud. De igual manera, es necesario reducir la influencia de los grandes intereses privados y es esencial que los gobiernos tomen mejores decisiones en favor del bien público. La salud pública (y por ende las vidas de las personas), y no los intereses políticos o empresariales, debe ser la prioridad en las políticas sanitarias de gestión de la pandemia.


FIN DE PARTE DOS


 
 
 

Comments


  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram

©2020 por MAYORA & GONZALEZ CONSULTING. Creada con Wix.com

bottom of page