CORRUPCIÓN Y CORONAVIRUS – ENDEMIA Y PANDEMIA (PARTE 1)
- MAYORA & GONZALEZ
- 26 abr 2020
- 8 Min. de lectura
CORRUPCIÓN Y CORONAVIRUS – ENDEMIA Y PANDEMIA (PARTE 1)
Palabras y Frases Clave: Corrupción – Coronavirus – Emergencia Sanitaria – Estado de Alarma – Régimen de Excepción – Polarización Política – Crispación Social – Endemia – Epidemia – Fallos de Mercado – Fallos de Estado – Gobernabilidad – Compliance Administrativo – Derecho Procesal – Analisis Económico del Derecho y Las Políticas Públicas – Gestión Sanitaria – Latinoamérica – Estados Unidos – Europa – Índice de Percepción de la Corrupción.
Durante una crisis como la del COVID-19, en la cual los países deben recurrir a medidas extraordinarias, muchas veces incluyendo suspensión de libertades y garantías constitucionales para ayudar a prevenir la propagación del virus, las decisiones rápidas y la asignación eficiente de recursos a menudo pueden marcar la diferencia entre un aumento o una remisión de casos mortales debido al coronavirus. Lamentablemente, incluso durante una crisis mundial sin precedentes como la que vivimos actualmente, hay quienes explotarían una emergencia de salud pública para sus propios intereses espúreos: sean de carácter tanto económico como político.

El virus endémico de la corrupción agrava los síntomas del virus pandémico Covid-19 (Cortesía de Transparencia Intl.)
I. CORRUPCIÓN ENDÉMICA Y EMERGENCIA PANDÉMICA.
La tendencia natural a los abusos de poder por parte de los políticos, -que aparece cuando existe dificultad o imposibilidad de ejercer controles eficientes mediante los cauces institucionales diseñados para tal fin-, entre los cuales uno de los más comunes son las prácticas corruptivas, calvario de carácter endémico en LATAM, debe ser prevenida y mitigada (cual si de un virus mortal se tratase), de manera contundente, sobre todo ahora durante la emergencia mundial por la pandemia del Covid-19.
En estos meses en que la exponencial propagación de la pandemia del coronavirus -o CoVid19- nos enfrenta a una crisis sanitaria global sin precedentes recientes, la primera prioridad de los servicios gubernamentales debe ser la protección de la salud de los ciudadanos y por ende de los sistemas sanitarios y el acceso efectivo a los mismos. Sin embargo, los brotes pandémicos como el que vivimos actualmente con el COVID-19, exponen las deficiencias de los sistemas de gestión sanitaria de algunos países, particularmente en LATAM, donde se ven agravados exponencialmente los potenciales riesgos y oportunidades de corrupción, y es que las practicas corruptivas pueden, literalmente, ralentizar y mermar la capacidad de respuesta a la pandemia y privar de asistencia sanitaria elemental a muchas comunidades, particularmente colectivos vulnerables como los estratos sociales más pobres: lo que se traduce en una inaceptable e innecesaria pérdida de vidas humanas que deslegitima de por sí, a cualquier administración gubernamental, por eficiente que pretenda parecer.
Incluso en tiempos normales, la corrupción en el sector salud genera pérdidas de más de US$ 500 mil millones de dólares anualmente a nivel mundial.
II. SISTEMAS SANITARIOS COLAPSADOS / AL BORDE DEL COLAPSO
A fecha de hoy, más de 194 países alrededor del mundo tienen dificultades para responder a esta pandemia. Casi 3 millones de personas han contraído el virus y más de 200.000 han muerto, cifras devastadoras que aumentan de forma logarítmica y a diario.
Los sistemas sanitarios nacionales –algunos de por sí ya frágiles- se ven amenazados y sobresaturados por el alto porcentaje de pacientes que reclaman atención médica. Muchos países se enfrentan a la escasez de equipos y profesionales médicos capaces de proporcionar servicios de salud ahora vitales, y algunos tratamientos para detectar y tratar la pandemia del coronavirus aún no están disponibles, dado el expolio y saqueo que los sistemas sanitarios han sufrido y donde las economías de escala son naturales y necesarias para la optimización de costes, a la vez que las asimetrías de información son significativas debido a la especial naturaleza técnica del sector, objeto de fallos de mercado que le convierte en uno de los más proclives a sufrir de prácticas corruptivas que pasan desapercibidas por la opinión pública.

Los 25 países del mundo con mayor número de contagios confirmados al 25-04-2020 (Cortesía de Organización Mundial para la Salud)
III. LA AMENAZA ENDÉMICA DE LA CORRUPCIÓN EN LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO.
Por desgracia, la corrupción encuentra terreno fértil para prosperar en tiempos de crisis, sobre todo cuando las instituciones y los mecanismos de supervisión son débiles, y la confianza ciudadana es escasa dada la corrupción en sí, los índices de percepción de la misma y las asimetrías de información en el sector.
Se tiene la experiencia de anteriores emergencias sanitarias mundiales, como el virus del Ébola y la gripe porcina, que nos han permitido aprender lecciones que ahora podemos aplicar, con la premisa elemental de que incluso en tiempos de crisis hay delincuentes gubernamentales que buscan sacar provecho de las vicisitudes colectivas.
La identificación de estos riesgos de corrupción antes de que sucedan puede ayudar a fortalecer nuestra respuesta global a la pandemia y ofrecer así los servicios sanitarios oportunos a quienes más lo necesitan, salvando con ello insustituibles vidas humanas. Nunca el combate a la corrupción ha tenido exigencias morales de tal magnitud como en los tiempos presentes.
IV. LA ADQUISICIÓN DE MEDICAMENTOS Y EQUIPO MÉDICO, CARRERA CONTRA EL TIEMPO Y CONTRA LA CORRUPCIÓN.
La cadena y logística de adquisición de medicamentos y suministros a los sistemas de sanitarios es, con frecuencia, uno de los sectores más vulnerables y dónde existe más riesgo de corrupción, dada la celeridad y urgencia con la que tales materiales son demandados y la ausencia de los más altos estándares de due dilligence debido a la incertidumbre y la zozobra social.
De acuerdo con la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés), aproximadamente entre el 10 y 25 por ciento de todo el dinero gastado en adquisiciones a nivel mundial se pierden en concepto de corrupción. En la Unión Europea, en tiempos sin crisis, 28 por ciento de los casos de corrupción en el sector salud están relacionados específicamente con la adquisición de equipos médicos, que exigen complicados requerimientos técnicos no auditables por medios convencionales.
En esta era del Big Data y de acceso instantáneo a información, se vuelve imperativo contar con información pública y bases de datos abiertas que permitan a la ciudadanía conocer en tiempo real y libre de manipulación informativa, qué se está comprando, a quiénes se están comprando y a qué precio.
V. LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN DE ESPECULACIÓN / ELEVACIÓN EN LOS PRECIOS
En todo el mundo, los países están reportando escasez de medicamentos y suministros médicos debido al coronavirus. Esta situación sin precedentes aumenta la presión sobre los procesos de adquisición -de por sí ya frágiles- y aumenta el riesgo de que los proveedores, a sabiendas de que los gobiernos no tienen más alternativa que competir entre ellos y pagar la mayor cantidad, acudan a la extorsión con precios inusualmente elevados con motivo de la falta de mecanismos de coordinación internacional en las compras públicas.
Tener procedimientos de contratación abiertos y transparentes (utilizando tecnologías ya existentes, tales como el Blockchain) ayuda a mitigar estos riesgos. Si logramos que no puedan ocultarse los márgenes extraordinarios e injustificados de ganancias y esconder estos beneficios parasitarios y especulativos, tanto vendedores como compradores proclives a prácticas corruptivas no serán capaces de aumentar ilegalmente sus precios y se verán obligados a cobrar precios razonables a las administraciones públicas.
El acopio de suministros tales como mascarillas, guantes y desinfectantes para las manos también está contribuyendo a la escasez de suministros en hospitales y centros de salud. En un intento de sacar provecho del pánico de la población, algunos comerciantes han estado inflando los precios para los consumidores ordinarios debido a la ausencia de regulación para estos casos sin precedentes recientes.
En el caso de la India, el gobierno respondió a este problema con la creación de una línea directa para que los ciudadanos reporten insumos que se vendan por encima del precio recomendado. En Estados Unidos y en todo el mundo, empresas como Amazon están eliminando de sus plataformas a quienes ofrecen productos que no cumplimentan las certificaciones técnicas exigidas, que comercialicen a precios inflados o trafiquen productos fraudulentos que afirmen curar o proteger contra el virus, en un ejemplar caso de compliance corporativo que debería convertirse en el “new normal” de las empresas logísticas.
Los gobiernos y las empresas deben hacer redoblar esfuerzos para prevenir las especulaciones o las ganancias excesivas y poco éticas, así en el sector privado no deberá prevalecer la propensión racional a exacerbar los márgenes de utilidad a cambio de aumentos subóptimos en los precios que causen externalidades negativas en los usuarios finales tanto en concepto de precios artificialmente altos como deficiencias en la calidad.

Los 25 países del mundo con el mayor número de fallecidos, reportados al 25-04-2020 (Cortesía de Organización Mundial para la Salud)
VI. LA TRASCENDENCIA DE COMPARTIR INFORMACIÓN SOBRE ESCASEZ DE OFERTA.
Como resultado del COVID-19, los fabricantes de medicamentos en China, la India y otros países también están reduciendo la producción de medicamentos recetados, incluyendo antibióticos, así como ingredientes clave para otros medicamentos, lo que pone en serio riesgo la salud de personas con enfermedades crónicas u otro tipo de patologías graves no relacionadas con el Covid-19, con el infame objetivo de que la escasez en la oferta aumente la competición internacional por los productos, disparando con ello sus utilidades a costa de vidas humanas.
A pesar de esta escasez circunstancial y probablemente deliberada de medicamentos importantes, agencias gubernamentales, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), no se han dado a la tarea de divulgar los nombres de estos fármacos que empiezan a escasear. Esta falta de transparencia proactiva es especialmente frustrante para los proveedores, facultativos, pacientes y consumidores que dependen de estos medicamentos: Sin información transparente sobre qué medicamentos pueden experimentar escasez, los sistemas de salud no pueden preparar soluciones alternativas, como la búsqueda de otros fabricantes o proveedores.
En tiempos de crisis, en lugar de proteger los intereses corporativos, las administraciones públicas nacionales tienen la obligación legal y ética de poner a disposición del público la información sobre los medicamentos que presentan escasez para garantizar el acceso a los mismos así como a otros materiales sanitarios que podrían salvar la vida de muchas personas.
VII. FONDOS PARA EL TRATAMIENTO Y DESARROLLO DE VACUNAS
A medida que los países siguen luchando para enfrentar la pandemia, la carrera frenética para que investigadores y científicos desarrollen medicamentos o una vacuna eficaz contra el COVID-19 ya está en marcha. Los gobiernos se han visto obligados a invertir más en investigación y desarrollo, dando marcha atrás en muchos casos a décadas de implosión en el sector I+D+i en materia sanitaria.
Por ejemplo, desde 2002, Estados Unidos ha gastado casi 700 millones de dólares en la investigación de los coronavirus, incluyendo el síndrome respiratorio agudo severo (SARS por sus siglas en inglés) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS por sus siglas en inglés). Más recientemente, el Reino Unido comprometió 20 millones de libras a la investigación del coronavirus y la Unión Europea aumentó su presupuesto de 47,5 millones de euros a este propósito.
Ahora que las administraciones públicas, con el inexorable fin de responder a la emergencia, están aumentando las partidas presupuestarias que habrán de ser distribuidas en todo sus territorios, incluyendo estados, comunidades autónomas, provincias y comarcas locales, es necesario tomar medidas para reducir los riesgos de corrupción, incluyendo los comportamientos de cartel o las actividades colusorias y la ficción de competencia. Ante este intempestivo flujo de fondos, los Estados deberán incrementar sus esfuerzos y compliance administrativo para rastrear y monitorear los recursos y asegurarse de que el dinero no termine en bolsillos de personajes corruptos, generalmente muy bien asesorados.
FIN DE PARTE 1
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